Medio ambiente: La batalla contra los plásticos de un solo uso | EL ESPECTADOR

2022-08-19 23:35:42 By : Ms. Diana Teng

Un hombre llega a la caja de un supermercado con una gaseosa en botella y un paquete de pan. El cajero le pregunta si quiere facturar una bolsa plástica para llevar los productos y él, sin ser dubitativo, dice que sí, como si se tratase de una respuesta automática. La bolsa le cuesta $50, un valor insignificante. Lo que no sabe la persona es que esta transacción sencilla pone en riesgo al planeta.

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Y ese es el problema que suele ocurrir: se piensa que algo tan insignificante no hace daño, dejando de lado que la suma de pequeñas cosas termina siendo algo enorme y perjudicial. Según Naciones Unidas, se calcula que un ser humano promedio está comiendo el equivalente a una tarjeta de crédito a la semana en plástico y una silla al año. Hablando más específicamente de nuestro país, un colombiano consume alrededor de 25 kilogramos de plástico al año.

“De todo el plástico que hay en el mercado mundial, apenas un 9 % ha pasado por un proceso de reciclaje, y el resto está en las fuentes hídricas. Hay investigaciones que demuestran que este material se ha ido descomponiendo en microplásticos -partículas muy pequeñas- que se adhieren al ciclo del agua. Incluso se han encontrado en la placenta de las mujeres, lo que genera que ya no sea un problema ambiental, sino de salud”.

Las palabras son de Juan Carlos Losada, representante a la Cámara por el Partido Liberal, quien viene dando una dura pelea para que los plásticos de un solo uso, como lo son bolsas, botellas, pitillos, mezcladores, bastones de los copitos para limpiarse las orejas y las vajillas, dejen de circular en Colombia.

Esa batalla comenzó en 2014, cuando Losada se inquietó por la amplia producción de este material y el pequeño porcentaje de reciclaje. Se dio cuenta de que era necesario pasar de concientizar al consumidor a imponer medidas a los productores, pues el impuesto como acción para evitar la compra de bolsas no era suficiente.

Entendiendo de a poco la dinámica del mercado y las consecuencias ambientales, el representante empezó a trabajar en un proyecto de ley para prohibir los plásticos de un solo uso en el país. Y para tener un sustento científico trabajó durante mucho tiempo con Stella Bastidas, una de las grandes ambientalistas nacionales. En su investigación, que también tocó ejemplos de países desarrollados, encontraron que entre 2011 y 2015 la industria del plástico triplicó sus ganancias, es decir, que se pasó de US$350 billones a más de US$1 trillón, la prueba de un mercado creciente, pero insostenible. “Es impresentable que algo que tú empleas máximo una hora demore seis generaciones en biodegradarse”.

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El pasado 6 de junio, el Senado aprobó la Ley de Prohibición de los plásticos de un solo uso en Colombia. La iniciativa, impulsada por Losada, se refiere a 14 tipos de plásticos en cuanto a su comercialización, distribución e importación. “Este hecho pone a Colombia a la altura de países que tienen las normativas ambientales más avanzadas”, agrega el político.

Además, cuenta que no fue fácil ponerse de acuerdo con todos, pues para la industria es una ley muy dura, mientras que para los ambientalistas es muy blanda. “Estos últimos hubieran querido que empezara a regir ya, pero eso no es posible. La industria necesita adaptarse y hacer una transición, y eso toma tiempo. Empezar de inmediato solo generaría una quiebra de los productores y un impacto alto en el comercio, y, por ende, en el consumidor”.

La idea es que para 2030 en el país estén prohibidos 14 tipos de plásticos. Eso sí, en 2024 lo que son bolsas, pitillos y pajillas quedarán fuera del mercado. Ahora solo resta que el presidente Iván Duque sancione la ley para que esta entre en vigencia, luego de ser aprobada en las dos plenarias de Senado y Cámara. “Hay que despertar. Sin fuentes hídricas no habrá futuro, sin plástico sí podremos pensar en ir más allá”.