Proyecto Ponto Firme: crochet como aliado en la rehabilitación de internos - Jornal O São Paulo

2022-08-12 23:56:29 By : Mr. Mr Leed

El estilista Gustavo Silvestre enseña crochet a reclusos en una penitenciaría de São Paulo;Las piezas producidas ya fueron presentadas en la Semana de la Moda de São Paulo, en exhibición en la Pinacoteca de São Paulo y en Nueva YorkUno de cada cuatro condenados por la Justicia reincide en el delito, según datos del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA).Situaciones como esta no pasaron desapercibidas para el estilista pernambucano Gustavo Silvestre, que vive en São Paulo y en 2015 creó el Proyecto Ponto Firme, ofreciendo clases de ganchillo a los presos de la Penitenciaría Desembargador Adriano Marrey, ubicada en Guarulhos (SP).Actualmente, 16 hombres participan en las clases que se realizan una vez por semana.El aprendizaje, sin embargo, se extiende a los demás reclusos, ya que manifiestan el deseo de aprender el nuevo oficio.El primer contacto de Silvestre con el ganchillo, el bordado y el encaje fue en la infancia, cuando vio a su madre ya su abuela “tejiendo a ganchillo y bordando”.Su familia mantuvo la tradición de la elaboración artesanal de textiles.“Me gusta imaginar el amor y el tiempo que esa persona pasó haciendo ese trabajo”, dijo.El estilista recordó que, en el proceso del arte con hilos y agujas -entre un punto y otro- se formaron alfombras, servilletas, ropa, sousplat y una infinidad de piezas.“Descubrí en este arte una manera de tener el poder de tejer y conducir la historia con mis propias manos”, dijo, haciendo una analogía de la vida con el trazado de los puntos en las líneas de ganchillo.El proyecto inclusivo en el centro penitenciario nace del deseo de ayudar a estas personas a encontrar trabajo, ocupar su tiempo y ofrecer posibilidades de aprendizaje e inclusión.Desde 2015, todas las semanas, Silvestre acude al penal donde desarrolla talleres de crochet.Desde entonces, Ponto Firme ha formado a más de 130 personas.“Creo que la educación y las artes juegan papeles poderosos en la transformación personal y social, e influyen directamente en la reducción de la violencia”, dice.“Ya conocí a estudiantes que, en libertad, siguieron desarrollando crochet, mantienen a sus familias y siguen aprendiendo y haciendo muchos planes”, recordó.El tiempo dedicado a las clases contribuye a la remisión del castigo de los participantes, además de ayudar a desarrollar la concentración a través de la terapia manual.De acuerdo con la legislación vigente, quienes laboren en régimen cerrado o semiabierto pueden redimir un día de sanción por cada 12 horas de asistencia a cursos, caracterizados por recalificación profesional, como es el caso de estas clases de crochet.En 2020, durante la pandemia, el Proyecto Ponto Firme se presentó en la Semana de la Moda de São Paulo (SPFW), cuando las prendas producidas por los reclusos desfilaron en la mayor pasarela de moda de Brasil.“Lo más destacado en SPFW y también en un evento de moda en Nueva York es la posibilidad de insertar las piezas producidas en prisión y mostrar el potencial de estas personas al mundo.Hoy la tecnología y la apretada agenda nos impiden ver a las personas que están ahí en el sistema penitenciario”, dijo, enfatizando la necesidad de más inclusión y empatía por los demás.Silvestre pretende ampliar el proyecto y llevarlo a otros centros penitenciarios del estado, incluso para mujeres.“Es gratificante ver su esperanza en construir un nuevo futuro basado en lo que aprenden en clase”, dijo.Daniel Tavares, durante su período de reclusión, descubrió una nueva técnica para crear sus piezas con las clases de Silvestre.Reutiliza bolsas de arroz, azúcar, pan, plásticos en general que de otro modo se desperdiciarían, para hacer arte.“Durante la pandemia faltó hilo para hacer las piezas en crochet y por un tiempo se suspendieron las clases.Pero sentí la necesidad de ocupar mi mente y mis manos, entonces me vino la idea de reutilizar el plástico y de ahí seguir la técnica que me permitió crear nuevas piezas de crochet con una línea de reutilización de plástico”, dijo.Tavares corta las bolsas en tiras y, con la mano, estira el plástico y las convierte en una línea.“Con la técnica puedo hacer bolsos y hasta tendederos.Parece sencillo, pero imagínense el bien que le hace a mi restauración y, también, al medio ambiente”, señaló, mientras enseñaba el reportaje sobre el proceso de fabricación de la línea.Tavares explicó que para hacer una bolsa utiliza un promedio de 26 bolsas plásticas de 5 kilos de arroz u otro ingrediente en este proceso de pesaje.“El equipo penitenciario ya separa estas bolsas y me las entrega.En la celda, otros compañeros me ven haciéndolo y, curiosos, quieren aprender”, dijo, destacando que está feliz de compartir la experiencia con los demás.Fidelison Alves Borges, de 43 años, está en la penitenciaría desde 2008 y comenzó clases de ganchillo animado por sus compañeros de celda.Dijo que al principio pensó que era extraño ver a los hombres tejiendo y que pensó que no sería capaz de aprender.“Estamos aquí por nuestros errores y la oportunidad de nuevas perspectivas aquí es muy lindo para ocupar el tiempo, pero sobre todo para aprender nuevos oficios”, ponderó.Borges es uno de los participantes que tuvo una de sus piezas en la pasarela de la São Paulo Fashion Week.“Fue una grata sorpresa, estaba feliz.En las visitas, veo lo orgullosa que estaba mi familia”, dijo.Fernando Henrique Silva Cesário, de 32 años, enfatizó que, a pesar de los errores del pasado, quiere dar un nuevo sentido a su vida ya sus acciones.“En crochet redescubrí un nuevo oficio y en cada punto del crochet que hago pienso en mi hija de 8 años y en las estupideces que he hecho en mi vida, y de una cosa estoy segura : Quiero salir de aquí mejor persona”, aseguró.Igor Rocha es guardia penitenciario y señaló que en el Penitenciario Desembargador Adriano Marrey hay 2.300 presos, que tienen dos grandes anhelos: la libertad y la familia.“Independientemente del error, el deseo de libertad y contacto con la familia es unánime.La transformación del ser humano a través del arte es imprescindible y necesaria.Mi mayor sueño es ver más proyectos como el de Silvestre con este potencial de rehabilitación y conciencia del valor y sentido de la vida”, concluyó.Deja este campo vacío si eres humano:Jornal O São Paulo es el semanario oficial de la Arquidiócesis de São Paulo, mantenido por la Fundação Metropolitana Paulista.