Taza de Soles | La permanencia del oro en el agua. Antología de poetas - El Sol del Centro | Noticias Locales, Policiacas, sobre México, Aguascalientes y el Mundo

2022-08-19 23:35:03 By : Mr. hui Yehui

  / viernes 19 de agosto de 2022

Me pregunta una de las poetas entrevistadas por ALMA, asociación de la que formó parte, si sigue en pie la Antología. Le respondo que sí, que sin duda estamos trabajando, “sin prisa, pero sin pausa”, en este proyecto de conocer lo que pasa con la escritura de poesía en esta tierra, con la finalidad de “Rescatar lo que ellas han escrito. Sacarlo de la oscuridad y llevarlo a la luz”, como afirma Sara Sefchovich en su libro El cielo completo.

De hecho, hace un par de semanas concluimos la etapa de las entrevistas a 44 escritoras, 42 son las que integran el corpus, más otras dos que forman parte del grupo de las que nacieron en la primera mitad del siglo xx y que son las pioneras en el arte de escribir poesía en estos lares, entre ellas la estrella luminosa de Dolores Castro, Asunción Negrete, Marta Gallardo Topete, Carolina Castro Padilla y Josefina Esparza. De hecho, estamos haciendo los esquemas preliminares para avanzar en el manejo sistemático de la información que hemos recabado, que nos permitirá acercarnos a algunas respuestas, pero sobre todo que nos deja formular algunas preguntas y percibir que “escribir bien es un misterio, sea mujer o hombre quién lo haga”.

A partir de los años cincuenta del siglo xx, empieza una producción lírica más sostenida, pero con inicios ciertamente escasos, solo cuatro mujeres como islas, las nacidas en la década de los cincuenta: Celia del Carmen Brand Ayala, Patricia Álvarez Tostado, Rosa Luz de Luna y quien esto escribe, quienes tendrían que esperar a los años setenta para encontrar una generación de catorce poetas: Elisa Guerra, Liliana Ramírez, Sofía Ramírez, Thercy Arvizu, Patricia Ortiz, Claudia Santa-Ana, Arlette Luévano, Katiha Arjona, Mariana Torres, Paloma Mora, Carolina Mora Huerta, Fernanda Manzo, Ia Navarro y Renata Armas. Luego, la generación de las nacidas en los años ochenta: donde tenemos como característica, el surgimiento del grupo poético “Finisterra” integrado por Alejandra EME Vázquez, Liliana Muñoz Sandoval, Yadira Cuéllar Miranda, y Nancy García Gallegos. En esta generación también están: Eliuth Nájera, Carolina Barrera, Itzamá Enríquez, Julia Cuéllar, Alina Ramírez, Ana Belina Escobar, Mónica de Luna, Patricia Vázquez, Circe Vela e Ilse Díaz, en un total también de catorce poetas.

Por último, las nacidas en los años noventa, “las novísimas”: Giselle Ruiz, Sandra Moreno, María Ausencia, Arely Jiménez, Melinna Guerrero, María Choza, Alejandra García Díaz, Rocío Martínez, Ángeles Montañez y Mariana del Vergel.

Algunos datos: de las 42 poetas que integran este corpus, 35 son originarias del estado de Aguascalientes, y siete nacieron en otros estados de la República, pero residen aquí. Y de las nacidas aquí, solamente cuatro radican fuera del Estado. En cuanto a su grado de estudios predomina las que han concluido una: Licenciatura: 24, y quienes tienen maestría o doctorado son 18, lo cual determina, que “el yo a través de la escritura comienza a ser inventado, construido, proyectado” (Julia Kristeva), pues estas mujeres, van proyectando e inventando su yo a través de la escritura y publicación de libros. Once de ellas tienen más de un libro publicado, trece tienen un solo libro, dos de ellas tienen poemarios terminados, pero inéditos, y dieciséis sólo han publicado en revistas tanto en papel, como electrónicas y, salvo algunas excepciones, la mayoría ha visto sus poemas publicados en alguna Antología.

En relación a algún apoyo institucional que hubieran recibido, ya sea PEDCDA, FECA, o de otra institución, sólo once declaran haberlo recibido, sin embargo, trece poetas han ganado premios, regionales, estatales y tres escritoras han recibido premios a nivel nacional.

También anotamos que algunas mujeres escribieron un libro, pero ya no quisieron seguir escribiendo más en este género, ni quisieron ser entrevistadas; que todas o casi todas, sienten que tienen dificultades para nombrarse poetas y que la mayoría declara que su poesía tiene que ver con el acompañamiento de otros o de otras: amigas, amigos o talleres, recuerdan entre todas estos talleres, comenzando por el del ecuatoriano Miguel Donoso Pareja, el de Jorge Castillo (Bach UAA), el del Mtro. Felipe San José, el del Mtro. Refugio Miramontes (Grupo Garúa), el de Rodolfo Meza (UAA), el de Juan Carlos Quiroz (Casa Terán) el de Juan Pablo de Ávila (CIELA) y por último, los talleres que se ofrecen por la web.

Piensan que hay poca promoción y reconocimiento a la poesía escrita por mujeres. Pero, todas declaran que, a pesar de todo, seguirían haciéndolo.

Como pueden ver, aquí tenemos un rico panorama para el estudio de lo que ocurre en ésta y en otras latitudes. Es un trabajo arduo, pero lo hacemos con gozo, con entusiasmo. En el camino vamos iniciando y afianzando relaciones, amistades. Ha crecido nuestro respeto por este oficio, por este desvelo, por esta necesidad de expresión que nos personaliza.

Me pregunta una de las poetas entrevistadas por ALMA, asociación de la que formó parte, si sigue en pie la Antología. Le respondo que sí, que sin duda estamos trabajando, “sin prisa, pero sin pausa”, en este proyecto de conocer lo que pasa con la escritura de poesía en esta tierra, con la finalidad de “Rescatar lo que ellas han escrito. Sacarlo de la oscuridad y llevarlo a la luz”, como afirma Sara Sefchovich en su libro El cielo completo.

De hecho, hace un par de semanas concluimos la etapa de las entrevistas a 44 escritoras, 42 son las que integran el corpus, más otras dos que forman parte del grupo de las que nacieron en la primera mitad del siglo xx y que son las pioneras en el arte de escribir poesía en estos lares, entre ellas la estrella luminosa de Dolores Castro, Asunción Negrete, Marta Gallardo Topete, Carolina Castro Padilla y Josefina Esparza. De hecho, estamos haciendo los esquemas preliminares para avanzar en el manejo sistemático de la información que hemos recabado, que nos permitirá acercarnos a algunas respuestas, pero sobre todo que nos deja formular algunas preguntas y percibir que “escribir bien es un misterio, sea mujer o hombre quién lo haga”.

A partir de los años cincuenta del siglo xx, empieza una producción lírica más sostenida, pero con inicios ciertamente escasos, solo cuatro mujeres como islas, las nacidas en la década de los cincuenta: Celia del Carmen Brand Ayala, Patricia Álvarez Tostado, Rosa Luz de Luna y quien esto escribe, quienes tendrían que esperar a los años setenta para encontrar una generación de catorce poetas: Elisa Guerra, Liliana Ramírez, Sofía Ramírez, Thercy Arvizu, Patricia Ortiz, Claudia Santa-Ana, Arlette Luévano, Katiha Arjona, Mariana Torres, Paloma Mora, Carolina Mora Huerta, Fernanda Manzo, Ia Navarro y Renata Armas. Luego, la generación de las nacidas en los años ochenta: donde tenemos como característica, el surgimiento del grupo poético “Finisterra” integrado por Alejandra EME Vázquez, Liliana Muñoz Sandoval, Yadira Cuéllar Miranda, y Nancy García Gallegos. En esta generación también están: Eliuth Nájera, Carolina Barrera, Itzamá Enríquez, Julia Cuéllar, Alina Ramírez, Ana Belina Escobar, Mónica de Luna, Patricia Vázquez, Circe Vela e Ilse Díaz, en un total también de catorce poetas.

Por último, las nacidas en los años noventa, “las novísimas”: Giselle Ruiz, Sandra Moreno, María Ausencia, Arely Jiménez, Melinna Guerrero, María Choza, Alejandra García Díaz, Rocío Martínez, Ángeles Montañez y Mariana del Vergel.

Algunos datos: de las 42 poetas que integran este corpus, 35 son originarias del estado de Aguascalientes, y siete nacieron en otros estados de la República, pero residen aquí. Y de las nacidas aquí, solamente cuatro radican fuera del Estado. En cuanto a su grado de estudios predomina las que han concluido una: Licenciatura: 24, y quienes tienen maestría o doctorado son 18, lo cual determina, que “el yo a través de la escritura comienza a ser inventado, construido, proyectado” (Julia Kristeva), pues estas mujeres, van proyectando e inventando su yo a través de la escritura y publicación de libros. Once de ellas tienen más de un libro publicado, trece tienen un solo libro, dos de ellas tienen poemarios terminados, pero inéditos, y dieciséis sólo han publicado en revistas tanto en papel, como electrónicas y, salvo algunas excepciones, la mayoría ha visto sus poemas publicados en alguna Antología.

En relación a algún apoyo institucional que hubieran recibido, ya sea PEDCDA, FECA, o de otra institución, sólo once declaran haberlo recibido, sin embargo, trece poetas han ganado premios, regionales, estatales y tres escritoras han recibido premios a nivel nacional.

También anotamos que algunas mujeres escribieron un libro, pero ya no quisieron seguir escribiendo más en este género, ni quisieron ser entrevistadas; que todas o casi todas, sienten que tienen dificultades para nombrarse poetas y que la mayoría declara que su poesía tiene que ver con el acompañamiento de otros o de otras: amigas, amigos o talleres, recuerdan entre todas estos talleres, comenzando por el del ecuatoriano Miguel Donoso Pareja, el de Jorge Castillo (Bach UAA), el del Mtro. Felipe San José, el del Mtro. Refugio Miramontes (Grupo Garúa), el de Rodolfo Meza (UAA), el de Juan Carlos Quiroz (Casa Terán) el de Juan Pablo de Ávila (CIELA) y por último, los talleres que se ofrecen por la web.

Piensan que hay poca promoción y reconocimiento a la poesía escrita por mujeres. Pero, todas declaran que, a pesar de todo, seguirían haciéndolo.

Como pueden ver, aquí tenemos un rico panorama para el estudio de lo que ocurre en ésta y en otras latitudes. Es un trabajo arduo, pero lo hacemos con gozo, con entusiasmo. En el camino vamos iniciando y afianzando relaciones, amistades. Ha crecido nuestro respeto por este oficio, por este desvelo, por esta necesidad de expresión que nos personaliza.